Jornada Institucional

A PROPÓSITO DE LA JORNADA INSTITUCIONAL DE FEBRERO (16 Y 17)

Si bien resaltan las diferencias entre los que participamos en los encuentros de formación religiosa docente en este febrero ’23 desconcertante (máxima y mínima de temperatura en casi 70 años, a sólo un día de distancia), y los destinatarios de nuestros esfuerzos, preocupaciones y desvelos —alumnos—, creo que, en esencia, el principio es el mismo: experimentar la presencia del amor de Dios en cada uno de nosotros y en la comunidad reunida.

Y el medio de comunicación entre el Espíritu (con mayúscula) y nuestro espíritu (con minúscula) ha sido desde la reflexión sobre la oración cristiana en base al Catecismo de la Iglesia Católica.

Sin embargo, hay que decir que el profesor Gustavo Scamurra nos lo ha comunicado no sólo desde la letra sino también desde el “espíritu”, su propio espíritu y maestría, y con la excelente animación del canto, que agradecemos. La docilidad al Espíritu ha hecho que cada uno haya podido aprovechar las gracias que Dios nos tenía reservadas para este momento, en este lugar y en este hermoso ambiente. ¡Alabado sea Dios! ¡Gracias, Señor!

¿Qué haremos con lo vivido? Es un pequeño tesoro que no debemos dejar atacar por la polilla… La mejor manera de defenderlo, conservarlo y acrecentarlo es profundizando la contemplación de las experiencias del mismo Jesús en el evangelio: sus enseñanzas, sus criterios, sus conductas, para vivirlo en nuestra cotidianidad.

Que tengamos un hermoso año de compromiso de fe, de excelencia profesional —tanto en lo personal como en lo comunitario—, atendiendo lo que el Espíritu inspire a nuestro espíritu con el carisma corazonista y desde un estilo fraterno.

Creer en el AMOR de DIOS, vivir de él y difundirlo: ¡de eso se trata!

¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!

                                                                                                     H. Roberto, sc.

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